Los trastornos de la alimentación son definidos por algunos autores como trastornos emocionales, vinculados fundamentalmente con la ansiedad y la depresión.
Cada persona desarrolla una forma particular de enfrentarse al miedo, a la ansiedad, al estrés, al dolor o a la culpabilidad. Algunas son capaces de gestionar sus estados emocionales bien por sí mismas o bien con la ayuda de un profesional, pero otras recurren a la bebida, a las drogas, al exceso de trabajo, o a la ingesta masiva de alimentos delante la imposibilidad de hacer frente a su problemática.
Las carencias afectivas y la soledad están también directamente relacionadas con la ansiedad por los alimentos y especialmente por la ingesta masiva de éstos.
Para algunas personas los alimentos equivalen a “llenarse de amor”; de alguna manera la comida lo sustituye.
Las Flores de Bach pueden ser una herramienta de gran ayuda en estos casos, especialmente si la persona decide trabajar “sus huellas traumáticas de desamor” en un marco terapéutico adecuado como es la entrevista.
Veamos a continuación qué esencias del sistema Bach pueden ser de gran ayuda para abordar este trastorno.
HEATHER
Aunque es obvio que vivimos en un planeta donde una inmensa mayoría de gente pivota sobre esta Flor, esta esencia no sólo cubre los aspectos estandarizados que todos conocemos (aquellas personas que les cuesta estar solas y que en muchos casos son acaparadoras y egocéntricas).Heather es también la esencia que ayuda a gestionar la carencia de Amor. La persona en este estado llena su vacío, su historia carente de afecto, a través de las palabras o de la comida. Llena su boca; la boca es un anclaje de la etapa infantil por donde el niño/a recibe confirmación o frustración. Desde bebés nos llega el amor por la boca y a través de ella nos llega la confirmación del afecto. Por este motivo el hablar o el comer en Heatherequivale a alimentarse. Y alimentarse equivale a llenarse de Amor. Pero por muchas toneladas de alimentos que Heather coma en su vida, nunca equivaldrán a restituir el Amor que le faltó. Heather tiene una problemática severa de carencia de afecto. A veces, ésta es inducida por las circunstancias que vivió en su niñez; circunstancias que no propiciaron en absoluto la satisfacción de sus necesidades afectivas: niños abandonados, ambiente familiar frío y severo, padres con una vida llena de ocupaciones y problemas… Pero en otras ocasiones, la herida de desamor es inherente a su propia manera de ser; hay personas que desde bebés han reclamado siempre atención, independientemente de recibirla constantemente. En ambos casos,Heather siente pánico a estar solo y se angustia por muchas facetas de la vida cotidiana. Esto le genera una actitud de demanda de atención permanente y un autocentramiento muy exagerado. El estado Heather es absolutamente fisiológico en los bebés. Su supervivencia depende de su habilidad por reclamar atención y alimento de forma rápida. Pero este estado debería irse gestionando a medida que el niño/a va creciendo. Esto no siempre sucede así y alguno se queda permanentemente en estado Heather.
Cualquier ser humano tiene la necesidad de ser tocado y reconocido por los demás. Estas son, a la vez, necesidades biológicas y psicológicas a las queEric Berne (1910-1970), médico psiquiatra, fundador y creador inicial del análisis Transaccional (basada en la filosofía humanista) llamaba «hambres». Del mismo modo que el hambre o necesidad de alimento es saciada con comida, para subsanar la necesidad de estimulación es necesario, e incluso imprescindible, que la persona sea tocada y reconocida por los demás. A la unidad de contacto o reconocimiento se la denomina «caricia» que se define como cualquier estímulo social dirigido de un ser vivo a otro y que reconoce la existencia de éste. La caricia, estímulo intencionado dirigido a una persona, puede ser física o de contacto (un beso, un apretón de manos, una palmada), verbal (dirigir palabras de elogio al otro), o gestual (mediante lenguaje no verbal: miradas, gestos, una sonrisa, una inclinación de cabeza,…). En el año 1956, el Dr.Spitz mostró que la privación sensorial en un niño/a puede dar como resultado no sólo cambios psíquicos, sino también deterioro orgánico, lo que pone de manifiesto la gran importancia que puede llegar a tener el entorno en el desarrollo psicoemocional del ser humano. Cuando existen carencias ambientales de gran importancia tales como la privación maternal, el abandono, la falta de contacto físico, etc., sea por las razones que fuera y en función de la gravedad, las reacciones van a ser de ansiedad aguda, de necesidad de amor, de sentimientos de tristeza, de miedo… Estas emociones son demasiado grandes e intensas para las inmaduras posibilidades de control del niño/a y por ello van a constituir el consiguiente trastorno en su organización psíquica. A medida que el niño/a crece, el hambre primaria de contacto físico real se modifica y se convierte en hambre de reconocimiento. Ambos tipos de “hambre” precisan de Heather para ser gestionados.
A veces Heather necesita también de la sinergia de Star of Bethelehempara trabajar la hambruna de amor permanente, consecuencia de una herida traumática de desamor en edad temprana.
AGRIMONY
Los sentimientos reprimidos por una persona en estado Agrimony pugnan por salir. La persona los retiene de una manera consciente o inconsciente y se convierten en problemas anímicos o en dolores físicos. La ansiedad, el desasosiego, la necesidad de estar permanentemente estimulado para combatir la huida, para combatir la no afectación de lo que le sucede, pueden generar también cuadros de ansiedad por los alimentos. Con el tiempo los problemas que Agrimony reprime, crean una fuerte presión interior que puede finalizar, entre otras posibilidades, explotando en forma de descontrol y compulsión a la hora de comer, situación tratable con Cherry Plum. La situación es insostenible y la vía de escape vuelve a ser el atracón. ¿Recuerdan el atracón nocturno después de haber intentado seguir las pautas estrictas del dietista en referencia – cene una tostadita de jamón dulce y una pieza de fruta (que posiblemente sería mejor comerla a parte)?
Ansiedad por lo alimentos. El “descontrol emocional” hacia los alimentos y que se aprecia en episodios de ingesta excesiva de comida se relaciona fundamentalmente con la vivencia de eventos estresantes, un mayor impacto de éstos, y un estado emocional negativo (compuesto por aburrimiento, ansiedad, depresión, ira, y soledad). Este comportamiento no sólo está presente en este trastorno, sino también en la bulimia o en algunos casos de anorexia.
Es útil también destacar que Agrimony en estado de ansiedad normalmente más que comer, “traga” y en su intento de escapar de esa presión interna relacionada con lo que “tragó”, bebe, fuma, trabaja o fornica en exceso, cayendo también en otras adicciones para escapar de la pena, la tristeza, la depresión y de cualquier sentimiento negativo que se produzca en su interior. Algunas personas en estado Agrimony parecen no saber exactamente qué se oculta tras sus sentimientos displacenteros. No saben si es miedo, hambre, deseos sexuales, dolor… Pero tienden a interpretarlo como hambre y por tanto, al igual que Heather, intentan combatirlo comiendo.
IMPATIENS
Impatiens aporta calma y alivia la agitación, la tensión y la irritabilidad inherentes a los cuadros de ansiedad. Es interesante considerar la toma de esta esencia junto a White Chestnut en aquellos momentos en que se hace insoportable aquietar la mente y los impulsos obsesivos por la comida, especialmente en aquellas circunstancias donde las preocupaciones y los problemas nos inundan.
Artículo original de Enric Homades, extraído de la web floresdebach.eu