Un artículo de Almudena Alcaide
A veces andar el camino diario se hace difícil, muy difícil. Es como si estuviésemos subiendo una cuesta empinada, muy pesada, y viésemos la cima muy, muy lejos. El cansancio nos puede, el esfuerzo nos agota y las fuerzas no nos acompañan. En esta situación levantarnos cada mañana se hace duro. El sólo hecho de pensar en movernos supone un castigo. ¡Estamos apagados!. Hemos perdido toda nuestra energía.
¡Hay que salir de ahí!
Sin duda y cuanto antes mejor. No debemos permanecer más tiempo en ese estado porque solamente conseguiremos aumentar todos esos síntomas que según vayan creciendo harán más ardua la salida.
Este estado de apatía resulta de sufrir una y otra vez las circunstancias que nos suceden y de no ser capaces de salvar aquello que necesitamos vencer para recuperar nuestro estado de bienestar. Sucede entonces que perdemos la la ilusión y la motivación para seguir con las rutinas, situaciones, novedades, eventos, etc., de nuestra vida.
Puede que en algún momento te hayas encontrado así; y puede que si observas los puntos siguientes te encontrases en alguno de ellos. Pero te digo que una vez reconocido el problema, podemos tomar posiciones para salir de él.
¡Venga!. Estos puntos son algunas de las posibilidades que nos pueden conducir a un estado de abandono, de falta de ilusión y falta de motivación; existen muchas otras posibilidades que conducen al lo mismo, pero todas, todas, hemos de tratar de superarlas.
· Falta de confianza
No te crees capaz de lograr lo que te has propuesto, por lo tanto, pierdes la motivación. No quieres perder el tiempo haciendo cosas que no te van a dar resultado; al menos el que tú esperas.
· Expectativas negativas
Cuando piensas en alcanzar tus metas te imaginas lo peor: tragedias, peleas, enfermedades, rivalidades, etc. Es fácil perder la motivación. ¿Quién quiere alcanzar una meta que no trae felicidad?
· Personas que no creen en ti
Estás trabajando para alcanzar tus metas arduamente, pero cada vez que compartes tus planes con las personas que te rodean, recibes críticas, burlas y comentarios cínicos. Este tipo de ambiente poco a poco erosiona tu motivación.
· Perfeccionismo
Quieres hacer todo tan perfectamente bien que nunca acabas de hacer nada. Aun cuando terminas de hacer una tarea, sientes que la tarea está incompleta, que no es lo suficientemente profesional, que no es de calidad. Entonces vuelves a empezar una y otra vez hasta que pierdes la motivación por completo.
· Agotamiento físico
Trabajas demasiadas horas para alcanzar tus metas. No duermes suficientes horas. No te alimentas bien. No sacas tiempo para la relajación. Al final, estás tan cansado o cansada, que no tienes energías para seguir adelante. Nadie puede sentir motivación si tiene agotamiento físico.
· Pesimismo
Te enfocas solamente en los problemas y obstáculos que enfrentas de una manera negativa. Tu actitud es negativa incluso cuando logras algo, porque te enfocas en lo que no has logrado todavía. El pesimismo debilita tu fuerza. Te deja sin motivación.
· Falta de planificación
Sabes cuáles son tus metas, pero no tienes un plan de acción para alcanzarlas. Por lo tanto, trabajas demasiado haciendo cosas que no te llevan a ninguna parte. Al final, pierdes la motivación porque sientes que es imposible alcanzar tus metas,
También existen muchas maneras y/o remedios que pueden ayudarnos a salir de estos baches. Hoy queremos hablaros de una Flor de Bach que favorece la recuperación de estos estados. Es verdad que en una situación así será conveniente unir al Hornbeam otras flores que ayudan a levantar el ánimo, salir de apatía y a recuperar la fe en nosotros y en la vida. Pero empezaremos por esta maravilla.
Hornbeam – Hojarazo
«Para quienes se sienten que no tienen fuerzas suficientes, mentales o físicas para sobrellevar la carga que la vida les ha impuesto. Los asuntos cotidianos les parecen demasiado pesados para llevarlos a cabo, si bien suelen cumplir con su tarea de forma satisfactoria. Para los que creen que alguna parte de la mente o del cuerpo necesita ser fortalecida para poder realizar fácilmente su trabajo.”
Edward Bach
Puedes consultar con una terapéuta experta en flores de Bach aquí